Érase que se era...
Una casa con un tejado rojo, una puertecita y cuatro ventanitas mirando hacia el sol. Si abrimos las ventanas descubriremos al gusano Mariano que come y come sin parar, sentiremos las cosquillas del viento del otoño, bailaremos con la mariposa volatinera que llega en primavera y daremos un paseo con Tina, que es divina.
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